El edificio que ocupa hoy el Hostal Valencia, es una propiedad de fines del siglo XVIII, que fue construida originalmente para vivienda y perteneció a Baltasar Sotolongo, en su momento Regidor del Ayuntamiento.
Este inmueble fue uno de los primeros del centro histórico de la Habana Vieja en haber sido restaurados y convertidos en hostal por la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Es también conocido como "La Casa de Valencia en La Habana" por ser un sitio de homenaje a las tradiciones valencianas en la ciudad. Su restaurante es muy popular por sus paellas, premiadas en concursos nacionales e internacionales.
El hostal posee un pintoresco patio interior, típico de las construciones coloniales, que exhibe abundante vegetación y ofrece un magnífico ambiente acogedor para sentarse a descansar y disfrutar un café o cóctel del bar, en compañía de música tradicional cubana en vivo.
Las habitaciones son realmente bonitas, espaciosas y cómodas, con atractivas puertas que dan a unos balconcitos con vistas a la calle o al hermoso patio interior.
Su ubicación es ideal para explorar la ciudad, pues se encuentra en el mismo corazón del casco histórico, a solo unos pasos de la Plaza San Francisco de Asís.
Algo a tener en cuenta es que el hotel se halla en una calle peatonal, donde los vehículos no tienen acceso. Si toma un transporte, este lo dejará al doblar de la esquina, a unos 50 metros de la entrada.
El hostal goza de la preferencia de muchos visitantes para su estancia en La Habana, sobre todo de aquellos que gustan de hospedajes pequeños con encanto.