La plazuela Real del Jigue, otra de las plazas antiguas de la colonial urbe. Lugar donde se ofició la primera misa católica y estuviera instalado el primer Cabildo, es comúnmente un lugar muy atractivo para los visitantes por la presencia de una peculiar taberna de arquitectura sui generis, que lleva el nombre de “La Canchanchara”.
En dicho establecimiento se oferta una gran variedad de cocteles cubanos, pero se le da prioridad al trago que le da nombre al lugar, el cual está compuesto de una mezcla muy refrescante de aguardiente con miel de abejas.