La iglesia data de las primeras décadas del siglo XVIII cuando fue consagrada al Santo Cristo del Buen Viaje aunque su fisonomía original no concuerda con la actual pues no fue hasta 1840 que se le agregó una tercera nave en uno de sus laterales, además de la alta torre que la caracteriza.
La única iglesia en Cuba que conserva en su patio un cementerio y que tiene, además, adosadas a sus paredes, panteones y bóvedas; la inmensa mayoría de las iglesias cubanas eliminaron los enterramientos en su recinto desde el siglo XVIII y por consiguiente desaparecieron con el tiempo de sus estructuras civiles cualquier vestigio de las viejas prácticas.