Construida en la tercera década del siglo XIX está enclavada en una plaza que adopta también el nombre de la iglesia.
Constituye el único templo católico en Camagüey que cuenta en su estructura con dos torres y fue el cuarto en construirse con estas características en Cuba.
Destaca la influencia manierista en el diseño de su fachada la cual responde en cierta forma con la predominante por tradición en las iglesias jesuitas.