Data del siglo XVII y está ubicada en una colonial y bien cuidada plaza que adopta también el nombre de la iglesia.
Llama la atención del visitante al traspasar el umbral del recinto religioso y adentrase en su gran sala ,el piso del altar así como el techo, pues se encuentran representados en esos dos lugares de forma antropomórficas (humanizados) las trilogía del padre el hijo y el espíritu santo, siendo esta la única iglesia de Latinoamérica en exhibir algo así.
Desde su alta torre se pueden obtener quizás las mejores vistas en perspectivas de la villa.