Inmueble arquitectónico religioso, situado en el centro de la ciudad de Holguín y que da nombre a unas de las plazas más emblemáticas de la urbe oriental cubana.
Fue erigida en las primeras décadas del siglo XIX gracias a las recaudaciones realizadas entre la población holguinera, la cual era muy creyente del santo que da nombre a la iglesia.
Las múltiples transformaciones sufridas por la edificación a lo largo de los tiempos le conceden apenas un estilo neoclásico , rebajando las posibilidades de apreciar valores arquitectónicos antiguos en el edificio, pero si es una construcción de grandes valores históricos para los holguineros por la utilidad que siempre se le encontró a la iglesia en la defensa de la urbe, al ser el punto arquitectónico más alto de la ciudad durante muchos años.