Este recinto teatral ubicado en los linderos del centro histórico de la ciudad, constituye todo un patrimonio cultural de Cuba, tanto por la historia escénica que puede contar gracias a su larga data de más de 130 años, como por la riqueza visual que ha recuperado desde su reinauguración en el año 2014 y que permite a sus visitantes apreciar, como si se adentraran en un peculiar museo, las formas de diseño y las maneras constructivas que se utilizaban en el siglo XIX para los teatros de la Habana.
Sus decenas de grandes aberturas laterales que permitían la ventilación de lugar y que lo hicieran llamar en su momento como “el coliseo de las 100 puertas”, su magnífica lámpara cocuyera que caía sobre el centro de la platea y que se responsabilizaba en gran medida de la iluminación del teatro, sus alfombras y el tapizado de sus sillas todas de color verde intenso, su telón de boca , sus palcos de tertulias de los pisos superiores, sus cortinas ; son todos valiosos elementos pertenecientes a un pasado que cada vez permite ver menos de él en los tiempos que corren.
Inaugurado el 8 de junio de 1884 inicialmente llevó el nombre de su constructor; Irijoa, adoptando su actual nombre en 1900, después de la caída del coloniaje español en la isla. Los salones del teatro sirvieron de sede en 1901 a la Asamblea Constituyente encargada de redactar la primera Carta Magna de la república cubana.
Cuenta en la actualidad con capacidad para 720 espectadores.
Dirección: Dragones esq a Zulueta, Municipio Habana Vieja, La Habana, Cuba
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